Los padres del joven grumete encontrado muerto en la isla Quiriquina esperan que la justicia naval esclarezca las circunstancias que rodearon el deceso de su hijo. Además criticaron que no exista respaldo económico de la institución para los dolorosos trámites funerarios.
El joven Luciano Andrés Fuentes Ovalle, de 19 años, fue encontrado casi exánime en dependencias de la escuela de grumetes, en la isla Quiriquina, la tarde de ayer domingo, siendo trasladado al hospital naval de Talcahuano, donde se constató su muerte.
Las interrogantes invaden a la familia del joven, que viajó desde Los Ángeles para retirar el cuerpo, momento en que se encontraron con una desagradable sorpresa, ya que, según entendieron, la Armada no aplicaría el seguro que permitiría cubrir los trámites funerarios, lamentó el padre del joven, también de nombre Luciano.
Luciano agregó que su hijo estuvo viernes y sábado en Los Ángeles, pero debió retornar a la isla, porque estaba castigado. Descartó que fuera un joven depresivo, ya que se les informó que se había quitado la vida por ahorcamiento.
La Brigada de Homicidios de la PDI cumplió con las pericias respectivas, informe que arribará a manos de la Fiscalía naval dentro de las próximas horas, texto del que ninguna de las entidades quiso referirse, de modo que se desconoce si está descartada la participación de terceros.